👕 S08E17 Harvard Business Review se encuentra con revista Cosmo en la discoteca...

Pero, ¿por qué necesito mirar el futuro?

Paciencia, pequeño saltamontes, primero, un agradecimiento a todo el feedback que me dieron por el episodio anterior.

Incluso a esa persona que, al recibir el newsletter y leerlo, devolvió el libro en Amazon.

Volvamos, ahora, a por qué necesitamos mirar al futuro. Pero antes un agradecimiento a nuestro sponsor de hoy.

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Todo lo repetitivo se puede automatizar. ¡Y que los clientes tienen consultas repetitivas lo sabemos todos! Las empresas más grandes ya están trabajando con inteligencia artificial para dar un mejor servicio a sus clientes. El desafío: ¿cómo pueden las PyMEs lograr esto también?

EUDA, que trabaja con compañías como Telecom, Napster y Janis, lanzó una solución para ayudar a empresas más pequeñas a implementar inteligencia artificial en todos sus sistemas, sean internos o de atención al cliente, integrándolos, mejorándolos en tiempo real y logrando ese desafío tan preciado: mejorar el servicio y bajar los costos.

Si a tu PyME le puede servir, te recomiendo que pruebes conversar sobre tu propia empresa con Delfi.

Ahora sí… Me preguntabas para qué mirar el futuro.

Para responderte, obvio, voy a hacerte algunas preguntas. Si la revista Cosmo hubiera tenido un hijo con Harvard Business Review, seguramente sería este “test”.

-De 1 a 10, ¿cuan tranquilo estás con tu futuro?

-Supongamos que es el año 1440 y sos un monje copista. Feliz y concentrado, haciendo firuletes en tus hermosas letras, te llega un rumor: en algún lugar recóndito apareció una máquina del demonio que te reemplazará, inventada por su enviado en la Tierra, un tal Johannes Gutenberg. ¿Qué harías? ¿Rezás cien padrenuestros? ¿Consultás con el monje más viejo de la abadía sobre algún brebaje para neutralizarlo? ¿O le avisás a la Santa Inquisición para que vaya prendiendo el fueguito?

-Ahora pensá que sos un cromagnon. Acabás de cazar un mamut que va a alimentar a toda tu familia por unos cuantos días. Estás agotado de tirar de los colmillos, te parás a secarte la transpiración y ves pasar al cromagnon vecino que, sin ningún esfuerzo, transporta a su mamut arriba de una superficie plana, que debajo lleva dos objetos circulares. ¿Qué hacés? ¿Intentás copiar el adminículo? ¿Lo molés a golpes? ¿Lo corrés hasta alcanzarlo y le preguntás cómo lo construyó? ¿O, todo transpirado, te abrazás al mamut al grito de “Siempre lo hicimos así”?

-Vayamos unos cuantos siglos adelante. Es 2007, estás trabajando en una cadena de electrodomésticos y te ofrecen el puesto de gerente de una tienda Blockbuster. ¿Aceptás?

-Tres años después, Blockbuster se presenta en quiebra en EE.UU. Todavía sigue abierto en tu país, pero ves que está vendiendo productos de papelería, comida, hasta ropa interior. ¿Hacés algo?

-Llegamos a hoy. ¿Ganás más que hace 5 años en términos reales? Sí, no me aguanté y pregunté esto mismo en Twitter hace unos días:

Así como el valor (y precio) de los bienes y servicios cambia, todo el mundo cambia. Igual que el bitcoin, tu trabajo en el futuro puede valer mucho más –o nada.

No vemos el cambio tecnológico, aunque lo tengamos frente a nuestras narices. Solemos pensar que es algo “que le pasa a otro” y que no nos afecta. Total, siempre lo hicimos así y nos fue bárbaro. Hasta ahora…

El futuro es contagioso y, como todo lo contagioso, una vez que agarra velocidad es imparable.

Es exponencial –y los humanos tenemos problemas para entender curvas exponenciales; por eso debemos dudar de nuestras opiniones, sobre todo cuando creemos que tenemos tiempo.

Entonces, pensemos el futuro para entender qué es lo que va a pasar con el valor de nuestro trabajo –y qué podemos hacer al respecto.

“Pero Leo, ¿cómo voy a adivinar el futuro?”.

Típica pregunta “congelante”, de esas que nos llevan, por no saber exactamente qué hacer, a no hacer nada.

Por un lado, predecir el futuro no es tan difícil. Si hubieras comprado Tesla cuando escribí “Rebelión en el Estacionamiento”, habrías multiplicado por diez tu inversión (¡obvio que no te voy a contar en los que fallé!).

Por el otro, el solo hecho de pensar, soñar, conversar sobre el futuro nos lleva a reconocer, antes que los demás, las tendencias.

Dicho de otra manera…

Un punto inicial podría ser, si todavía no lo escuchaste, dedicarle media hora al capítulo FUERA de Soy Solo.

Otro camino es dejarte impresionar por algunos de estos datos:

1. Por primera vez en la historia, la inversión en energía solar será superior a la inversión en petróleo. Hay esperanza. Y no vendo mis Tesla.

2.La demanda de aires acondicionados proyecta un crecimiento enorme. Imagino que por una mezcla de calentamiento global y mayor bienestar económico… Dos factores que, actualmente, imagino correlacionados.

3. A veces nos equivocamos –o las tendencias vienen más lento de lo que esperábamos. Confieso que, convencido de que en unas décadas consideraremos como algo terrible matar animales para comerlos, invertí en una empresa que producía “carne de laboratorio” con una mezcla de lentejas, garbanzos y productos químicos. Debería estar creciendo sin parar hasta ese momento, “en unas décadas”. Pero hace tres años que no lo hace. Puede ser un problema del pronóstico (tal vez sigamos comiendo carne), del timing o de la empresa misma.

4. Un modelo de Tesla (¡otra vez con esa marca, Leo!) es el auto más vendido del primer trimestre de 2023. Sí, estoy repetitivo. Vendió más que cualquier Toyota o Ford. “Pero Leo, esto acá no va a pasar”... En países en donde la mano de obra es más barata, la tecnología tarda más en ser implementada (fijate quién sirve el combustible en las estaciones de servicio de tu país). En países en donde el petróleo es más barato, los autos eléctricos tardarán más. Pero llegarán.

Fue divertido, antes de compartir la noticia, publicar esta encuesta:

5. Esta es la que más me sorprendió: una pareja vende todo y compra por 24 años una habitación en un crucero para vivir viajando. ¿Ehhhh? Nunca se me había ocurrido vivir en el mar, en uno de esos hoteles de lujo. Me voló la cabeza.

¿Y a mí qué?

“OK Leo, muy interesantes estos datos, ¿pero qué hago?”.

Pensar, pequeño saltamontes, pensar.

¿Qué implican estos cambios para tu profesión? ¿Y para la empresa en la que trabajás? ¿Para los clientes? ¿Hay algo de todo esto que te apasione? ¿Qué futuro era el que soñabas de niño? ¿Qué le sugerirías a tu mejor amigo que haga?

Ahora, si querés ir un paso más allá, podés ver algunas películas de ciencia ficción. Y para seguir adelante unos cuantos kilómetros, te recomiendo leer este informe de tendencias tecnológicas de Ark Invest:

Una vez que pensaste en todos estos disparadores… Una pregunta incómoda:

Bits & News

• No creas ninguna publicidad actual sin ver lo que decían en el pasado del cigarrillo: https://daily.jstor.org/a-cigarette-eye-view-of-us-history/ 

• Muchos me piden ejemplos de “Pensar en el largo plazo para actuar en el corto”. Una sugerencia: si vas a comprar una dirección de internet (URL), asegurate de renovarla periódicamente. Si no, podés terminar imprimiendo 800.000 patentes de autos de Maryland haciendo publicidad a… ¡una casa de apuestas de Filipinas!

• ¿Qué tal si hacés lo opuesto a lo que los expertos dicen? Parecería que, al menos en el cine, funcionaría.

¿Te interesa acompañar a CEO en Camiseta y llegar a decenas de miles de personas inteligentes, curiosas y en crecimiento? Dejanos tus datos y mi equipo te contactará.

Si te reenviaron este mail, soy Leo. Hace seis años publiqué un artículo explicando mi salida, después de casi dos décadas, de un corpoemprendimiento y me convertí en algo así como "el hada del largo plazo", ayudándote a ser cada día un poco mejor, con ideas, artículos, noticias comentadas y herramientas.

Gracias por leer, que te hagas una excelente semana.

Leo Piccioli

Autor y conferencista

PD: Hay que tener cuidado con las predicciones, recordando siempre a los científicos de Stanford que en 1968 (“The Population Bomb”) pronosticaron que unos años después morirían cientos de millones de personas por falta de alimento. Ni Malthus se había animado a tanto.

PD2: Nuevo experimento, “CEO en 1 Minuto”. ¿Qué te parece?