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👕 S08E08 Las 7 claves para independizarte que nunca te dijeron

El empleado sueña con independizarse... ¿Y el independiente?

Termina un fin de semana largo… Para algunos, fue el placer de ser libres; para otros, la agonía de tener que elegir qué hacer. Espero que hayas podido pasarlo como deseabas. Y, ahora, lunes otra vez. De regreso a la rutina. O no.

Algunos evitaron la carne vacuna durante estos días. Admito que yo no, pero trato de comer la de mejor calidad, cuidando mi salud y el planeta. Por eso siempre prefiero a mi sponsor Pastizales Nativos, carne de alta calidad que cuida al planeta. Si querés apoyar CEO en Camiseta, una forma es tomar mis recomendaciones.

Estás arrastrando los pies, tratando de llegar al trabajo (que puede ser una oficina, un campo, un avión o donde sea). Pensás en todo lo que darías por tener un poco más de Libertad.

¡Querés independizarte!

Claro, el problema es que no te animás a perder la seguridad que creés que te da el salario.

La eterna lucha entre Libertad y Seguridad. tuit

Ahora, si no hubiera dudas de que como independiente te va a ir mejor que como empleado, darías el salto ya mismo, ¿no?

Los independientes fracasan principalmente en dos cosas. La primera es que, tal vez, esa idea no sea taaaaan buena.

Si un negocio está de moda y no lo comenzaste hace dos años, ya es tarde. tuit

Está científicamente demostrado que, en el 30% de los casos, las personas cercanas, para cuidarnos, no nos dan su opinión real… ¿para cuidarnos?

Pero supongamos que lo que vas a hacer tiene mucho futuro. El segundo desafío es terrible. Y tiene que ver con lo que esperás, lo que podés y lo que realmente sucederá.

El asalariado está acostumbrado a que, a medida que aumenta el valor que da a la organización (porque aprende, mejora, automatiza o, simplemente, porque la empresa gana más y su aporte, así, vale más), sus ingresos crecen de a escalones.

“Maldita compañía, se queda con toda mi plusvalía”, murmura el operador de fax que se esfuerza muchísimo y cree que su sueldo debería estar alineado con el esfuerzo. O lo piensa el programador, que cobra USD50 esa hora que la empresa vende a un tercero por USD200.

El asalariado sueña con que, luego de independizarse, tras dos o tres meses de ajuste, va a tener un crecimiento explosivo. Sin embargo, tiene más sentido pensar –saber– que no todo saldrá bien y que la empresa hace cosas que la persona no (como vender, administrar, coordinar o sustituir en caso de ausencia). También tiene sentido pensar –saber– que uno no es omnipotente y tiene un techo de valor –de mínima, una cantidad determinada de horas que puede trabajar por día.

Y aquí llegamos al quid de la cuestión. Quid que nunca supe pronunciar.

El principal motivo por el que fracasamos al independizarnos es no aguantar el valle del desánimo, esa etapa en la que nos esforzamos mucho más que cuando éramos empleados, pero los resultados no llegan. Ese precio de la curva de interés compuesto que debemos pagar para tener el crecimiento posterior.

Sí, dije “interés compuesto” porque se aplica acá, también. Ya lo dijo Albert Einstein:

El interés compuesto es la octava maravilla del mundo. Aquel que lo entiende, lo gana. El que no, lo paga. tuit

O, dicho de otra manera…

Muchas veces, resultados increíbles son solo esfuerzos normales sostenidos el tiempo suficiente. tuit

La clave

El secreto: las variables que usamos.

Por lo general, cuando trabajamos, hay dos tipos de variables. Solemos enfocarnos en las de resultado: cuánto facturamos, cuánto cobramos, cuánto ganamos.

Pero hay una categoría mucho más importante en esta etapa: las variables de esfuerzo.

¿Sos contador y querés conseguir clientes? Que un potencial cliente deje de ser potencial depende de él o de ella. Pero que lo conozcas, contactes y presupuestes depende de vos.

Las variables de esfuerzo son las que están 100% bajo nuestro control. Las de resultado son, justamente, el resultado de variables de esfuerzo más factores externos (como el clima o las decisiones que toman los demás).

¿Llegar puntual a una reunión? Esfuerzo (“el tránsito” no es excusa, podemos preverlo).

¿Explicar el fantástico futuro que tiene el potencial cliente si nos contrata? Esfuerzo.

¿Que lo entienda? Resultado.

Las variables de esfuerzo están bajo nuestro control aunque no garantizan el resultado. tuit

Está claro que, al fin de cuentas, valen las variables de resultado. Son las que pagan ese escritorio danés con altura regulable que querés comprarte por USD8000.

Pero si son las únicas que medimos, nos vamos a equivocar en nuestras decisiones.

Enfocarse solo en variables de resultados es cortoplacista. tuit

Si vas a independizarte, elegí una variable de esfuerzo, la que creas que está más alineada con el resultado que buscás y con tus posibilidades, y maximizala.

Tal vez es la cantidad de llamados (o de horribles mensajes de LinkedIn) o conversaciones o artículos o, como en mi caso, suscriptores al newsletter.

¿Mis suscriptores me dan dinero? No. Pero maximizar ese número es algo sano (no va en contra de mis valores ni del negocio), que aumenta las chances de que me contraten para poner publicidad, ser influencer o dar una conferencia. Sí, o cobrarles a los mismos suscriptores, jejeje.

Eso cambia todo. Tomamos el control de la situación, con un pequeño salto de fe: confiamos en que maximizar la cantidad de suscriptores va a generar un aumento en el ingreso.

Claro que hay un desfasaje. Es improbable que la variable de esfuerzo (suscriptores al newsletter) dé resultados instantáneos en la variable de resultado (ingresos).

Y así llegamos, una vez más, al largo plazo.

Quien está más enfocado en el corto plazo tendrá más problemas para independizarse. tuit

La clave es diferenciar entre “hacer” y “construir”. Poner un ladrillo al lado de otro y, al terminar la fila, lo mismo encima, trae como resultado una pared. Desperdigar los ladrillos por el terreno traerá como resultado un baldío.

La diferencia entre hacer y construir es que el primero se enfoca en algo concreto y de corto plazo y el segundo en algo mayor y de largo. tuit

Entonces, para construir necesitamos definir dónde construiremos la pared (la variable de esfuerzo en la que más tenemos que enfocarnos) y tener perseverancia, disciplina, no rendirnos… Pensar en el largo plazo.

Disciplina es posponer placer presente por placer futuro. tuit

Entonces, la variable de esfuerzo probablemente se parezca más a esa curva con el valle del desánimo y, luego, resultados positivos. Recomendación: cuanto antes empieces, mejor.

Siempre estamos en el medio entre lo que hacíamos ayer y lo que haremos mañana. tuit

Pero la de resultado, casi seguro, tendrá un factor más aleatorio, una buena parte que no controlamos.

¿Podremos soportar esa incertidumbre?

Ya te confirmo: el 39.9%, no.

Ese 39.9% que prefiere la seguridad menor, es por uno de tres motivos:

  • No saben estadísticas o complican las cosas preguntando “qué tipo de azar”

  • Son cínicos y desconfían de lo posible

  • Piensan solamente a dos o tres meses de plazo.

O, tal vez haya un cuarto motivo que me sorprendió: fueron educados con la idea de que “el azar es malo”.

Advertencia al independiente y al asalariado que repite una y otra vez: “Me estoy rompiendo el tujes, merezco que me paguen más”... Lamento decirte, pequeño saltamontes, que no va a suceder.

La recompensa por el esfuerzo es la satisfacción de haberlo dado todo. tuit

Pero, Leo, ¿entonces solo me pagarán por el resultado? No solo por el resultado, sino por el resultado a los ojos del cliente (o jefe). Nunca lo olvides.

Bueno, excepto que estés en la escuela y te digan: “Sigue esmerándote”. Lo que me lleva a dejar la encuesta por aquí.

¿Cuántas camisetas le das al episodio de hoy?

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¿Estás listo/a para independizarte? Le pedí a ChatGPT que preparara un test y se enfocó solamente en dinero –por suerte, para algunas cosas, todavía estamos los humanos. Todos los lectores habituales de CEO en camiseta sabemos que trabajamos por las tres D, tema que un día ameritará un libro.

Trabajamos por dinero, desarrollo y diversión, en distintas medidas. tuit

Hice, entonces, un test propio con datos de algunos papers y mi experiencia, para que evalúes si es el momento. O no.

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Si te reenviaron este mail, soy Leo. Hace seis años publiqué un artículo explicando mi salida de un corpoemprendimiento después de casi dos décadas y me convertí en algo así como "el hada del largo plazo". Este newsletter semanal es para ayudarte a ser cada día un poco mejor, con ideas, artículos, noticias comentadas y herramientas.

Gracias por leer.

Leo Piccioli 💪🦾💪

PD1: Si te independizaras hoy o si ya lo hiciste, ¿cuál sería (o es) tu variable de esfuerzo a maximizar?

PD2: ¿Ibas a revisar el newsletter a ver si las claves que di fueron realmente 7? ¿Querías poder escracharme en todas las redes acusándome de hacer títulos cliqueros para lograr que me lean? Las 7 claves están disponibles para quienes hagan el test “¿Listo/a para independizarte?