👕 No vuelvas igual que te fuiste

Feliz lunes y bienvenido de las vacaciones. Hoy es el día en el que más gente de mis lectores se reincorporan a trabajar, así que no puedo evitar el tema.

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También hoy me mando una locura. Fijate al final de todo.

¿Te pudiste desconectar en las vacaciones?

Tanto si deseabas que se les caiga el mundo encima porque no estabas para ayudar como si estabas en la playa revisando el presupuesto que tenían que mandar, no pudiste. Eso suele ser, en el fondo, un problema de inseguridad.

Sí. Te cuesta delegar.

“Es que solo yo puedo hacer esto”... Mentira. O no querés explicarle a alguien o tenés miedo de ser prescindible. (Si conocés a alguien que “le pase esto”, reenviale el email)

Si pudiste desconectarte en serio, felicitaciones. Estás en camino a ser un líder del siglo XXI.

¿Cómo seguir?

Fácil.

Llegás al trabajo, seas independiente, emprendedor o empleado, virtual o presencial.

Saludás a otros. ¿Qué pasaría si le dedicás un buen rato a conversar, a escucharlos, a conocerlos mejor, a preguntarles cómo están? Si surge algún tema laboral pediles que lo resuelvan como les parezca, o deciles que lo conversarán después.

Tu actitud frente a los demás al llegar marca qué es lo importante. Lideramos con lo que hacemos, no con lo que decimos que haremos.

Van a poder resolver algunos de esos problemas. A veces a la gente le falta un empujón, un permiso.

Llegás a tu computadora. Supongamos que no abrís las noticias. Te aseguro que no cambian nada.

¿Qué sigue? Entrás a tu agenda, ¿no?